En Argentina desde el 2003 hasta ahora comenzó a ascender los niveles de fecundidad adolescente alcanzando en el 2010 un aumento del 17%
Según el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), cada hora en Argentina nacen 13 bebes de mama adolescente lo que significa un aumento del 15% en diez años y el mismo organismo declara que en el país nacen por día 312 bebes es decir 117.591 al año.
El Ministerio de Salud de la Nación 2013, también menciona este crecimiento y muestra como aumento en la tasa de fecundidad adolescente precoz (10 a 14 años), que pasó de 1,8 en 2001 a 1,9 en 2011.
El embarazo adolescente es una problemática de todo el mundo y en todos los niveles socioeconómicos, y está relacionado en mayor medida, con la educación y la pobreza.
Las adolescentes de grupos marginados son, al menos, tres veces más propensas a quedar embarazadas que sus pares de zonas urbanas con mayor nivel socioeconómico
Sin duda en esta investigación queda demostrado que “la mayoría de los embarazos que ocurren durante la adolescencia no son planificados”.
Por otra parte si bien la tasa de fecundidad adolescente en el país es del 15,7%, en las provincias del Noroeste y Noreste la tasa trepa al 25%. “Y en los embarazos precoces, de 10 a 14 años, se entiende que hubo abuso, no han sido consentidos”. En 2010 nacieron 3.117 bebés de mamás entre 10 y 14 años.
Esta realidad también muestra que “El embarazo en la adolescencia ocurre, mayormente en niñas fuera del sistema educativo. Y quienes quedan embarazadas en este momento es motivo suficiente para poner fin a trayectorias educativas que ya presentaban algunas dificultades”
Según los investigadores la situación no mejora porque la educación sexual no llega a la escuela, falla el sistema de salud que no atiende correctamente a los chicos, no se accede fácilmente a los anticonceptivos.
Se debe trabajar en la calidad de la consejería anticonceptiva, diversificar la oferta de métodos como el DIU y los inyectables, así como aumentar el acceso a la anticoncepción hormonal de emergencia. Son desafíos que los servicios de salud reproductiva para adolescentes deberían encarar de manera sistemática.
La educación sexual integral conforme a la edad les proporciona a los a a los adolescentes información vital acerca de cómo prevenir embarazos e infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH.
Los embarazos precoces, multiplican su vulnerabilidad frente a la pobreza, la exclusión y la dependencia. Es un tema pendiente para el sistema de salud y educación en todo el país. Es decir, la tasa de fecundidad adolescente total aumentó un 15% en la última década. Y representa el 15% del total de nacimientos en el país, que rondan los 750 mil al año.
Muchas veces se trabaja para prevenir el embarazo en adolescentes de niñas de 15 a 19 años, sin embargo las niñas más vulnerables, y las que tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones o morir por el embarazo y el parto, tienen 14 años o menos.
El embarazo en adolescentes está totalmente ligado con problemas de derechos humanos y como tal se debe trabajar y erradicar esta problemática y lograr que cada niña o adolescente pueda gozar de sus derechos de una manera justa y en plenitud.