Los y las que la conocimos y compartimos con ella “la tarea más hermosa” seguiremos transitando por los puentes sólidos que supo construir desde el amor, para llegar a todas las vidas sin restricciones ni prejuicios
Sandra sembró libertad en las conciencias. Su Fe unió, sumó, corrió límites y potenció la capacidad de comprender que lo distinto, no es lo opuesto. En muchos y variados ámbitos de las Sociedad Civil, su voz y su abrazo fueron el disparador de una transformación en donde ocurren los verdaderos cambios: en el alma
Su vida fue consagración. Su historia personal, un antídoto contra la discriminación que mata. Combatió todas las barreras sociales, ideológicas y religiosas que se levantan para imponer sufrimiento. Lo hizo con alegría y con pasión.
Hoy estamos muy tristes, pero mañana, continuaremos la tarea, la suya. Es el mejor modo de honrarla
Le damos gracias a Dios por conocerla.
Y a Sandra por enseñarnos a volar sobre las tormentas.
Te amamos, siempre
He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.